Sí amigos. Este post es para hacer propaganda de algo y de alguien. Es para hacer propaganda de un excelente guía y escalador argentino, Ramiro Calvo. Es para hacer propaganda de su peli-corto "Ritmo Latino en la Cara Oeste" (del Cerro Torre, claro).
Por fin pude adquirir el DVD, y la verdad que tanto la filmación, como el argumento y la onda de la película son geniales. Ahora entiendo porqué ganó el premio “Alpinism” del público, en el Festival de Cine de Montaña de Trento, Italia. Y encima, la filmó con el recurso típico de los argentinos: la imaginación.
Es una película que, para aquellos que nos gusta la montaña en todas sus formas, es como mínimo apasionante y motivadora. Tiene el humor y el cinismo propio de una actividad riesgosa, hermosa, apasionante, y que se encara con una mezcla de alegría, mucho compromiso, mucha responsabilidad, y mucha, muchísima imaginación.
También fue y parece increíble que una firma importantísima de equipamiento de escalada como PETZL , francesa, haya auspiciado y sponsoreado a estos argentinos. Pues bien, la razón está más que clara: estos argentinos que subieron son verdaderos profesionales en lo que hacen, y por eso se ganaron el respeto de una marca líder.
Ahora estaría bueno el reconocimiento en el propio país, verdad?? Ah.......qué? ...cómo?......que eso no, Ud. dice? .....que minga de reconocimiento en casa, dice Ud.? Bueno....en fin....seguimos participando....
A los que conozco y están cerca, los invito a verla. A los que no conozco y están lejos, los invito a conseguirla, y disfrutarla.
Ahora Ramiro terminó de filmar su nueva peli, en los paredones graníticos de Arenales (Mendoza). No tengo dudas de que será igual de recomendable.
Ojalá en este país nuestro, con semejante Cordillera de los Andes, hubiera más "cultura montañosa" y más impulso para una actividad que se puede compartir a cualquier edad. Disfrutar las montañas es un privilegio, y solo algunos desmemoriados o ciegos no quieren darse cuenta que desde que el hombre es hombre, siempre quiso ir a las montañas, subirlas, mirar, descenderlas, descansar, subir otras, volver a mirar, y durante todo ese transcurrir, disfrutar enormemente la alegría de pertenecer a la naturaleza.
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