Se viene el regreso del Jedi. Se viene el regreso del chancho. Ya siento las ganas y la necesidad de hacer algo que me obligue a concentrarme en una sola cosa por vez, y a desconectarme del resto.
Y allá voy! Tengo algo que me encanta, y es pelarme los dedos en las piedras, y bailar ese pericón pétreo que se le ocurrió a algunos una vez, y desde esa vez, es un pericón que baila cada vez más gente. Incluso se bailan muchas variaciones del mismo pericón!
La primera vez que tomé contacto con las piedras, la verdad no hice gran cosa. Hubo un accidente muy cerca (un accidente afortunado, salieron todos casi ilesos), y la práctica de "tomemos contacto con la roca", se transformó en "clase optativa y perentoria de rescate y primeros auxilios, aquí y ahora, now, ya, que se cayó la escaladora de la cordada de al lado".
Mi guía nos dijo: "bueno, si se aguantaron esta movida, la escalada es más fácil, seguro les irá bien, tengan paciencia y miren bien donde ponen los pies"...
Viéndolo ascender a él, uno diría que es una papa, pan comido, piece of cake.
Luego uno se mete en esto, a los golpes y como puede, y con gran reserva de pañales descartables, y ahí se capta, se presiente, se avizora que....hace falta algo más, qué se yo, una minucia, diría. Una pavadita. Digamos que hace falta práctica.
En fin, luego de unas etapas de incertidumbre, al estilo "qué cuernos hago yo acá", luego de ver que la cosa es segura, y luego, sobre todo, de disfrutar alguna experiencia contundente, ahí vino la segunda etapa, en mi caso. Vino la etapa del disfrute. Qué cosa rara y linda eso de enfocar la mente y el cuerpo en una sola cosa, no? Increíble. En ese momento, me importan un rábano la inflación y el conflicto limítrofe entre India y Pakistán. En ese momento, siento una felicidad inmensa al poner los dedos en una fisurita, ver que aguaantan, que no me duelen, que me puedo colgar de ahí, que puedo ir subiendo, más o menos fluida y tranquilamente.
Así que se viene el regreso del chancho que vuela, de la tortuga que se arrastra, del gusano del trópico.
Vamo' a disfrutá' un cacho, loco!