Así resulta que de mi post anterior sobre la “Brecha Digital” ya tuve una rápida y furiosa respuesta, en vivo, de un amigo muy querido, y motivó mi propia respuesta, ésta, para nada furiosa, y por todo consecuente con mi anterior post, pero también consecuente con ciertas ideas y criterios.
Resulta que claro: mal podemos insistir en mejorar el acceso a Internet de las personas, si no disponen de comida, de educación, de trabajo. Estoy totalmente de acuerdo en que estas son prioridades insoslayables, son derechos inalienables de las personas, aquí y en cualquier lugar del mundo (se respeten o no, son derechos universales).
Pero con la misma fuerza estoy convencido de que dentro de la vorágine que es la vida de todos nosotros, todos buscamos y debemos buscar, las formas y maneras más cercanas, más próximas, más accesibles, y más a la mano, para ir solucionando cada uno, todos, o al menos…………..al menos alguno de estas necesidades, de estas carencias.
A la persona que no llega a fin de mes por su magro sueldo, no le voy a hablar de inclusión digital. Le tengo que solucionar primero en forma urgente la necesidad de alimento y de cuidado de la salud. Luego, mientras busco la forma de solucionarle la necesidad de educación y trabajo, AHÍ ES EL MOMENTO de pensar a futuro. ESE es el punto en el que se diferencia una acción cortoplacista de una acción con miras largas. Si sólo le brindo a la persona un trabajo elemental para que pueda alcanzar el fin de mes, si sólo lo instalo cerca de una escuela y le digo “tomá, aprendé vos ahora”, no estoy haciendo las cosas bien.
A estudiar, se aprende. Hay que enseñar a estudiar. Hay que acompañar el estudio y la educación. Hay que acompañar el conseguir un trabajo y mantenerlo. Y hay cosas que se pueden hacer en paralelo y no son excluyentes entre sí. La persona que vive postergada en un paraje del interior, vive postergada por muchas razones. No hay frecuencias de transporte para ir a la ciudad grande a comprar alimentos. No hay escuela en el lugar, o está a varios kilómetros. No hay fuentes laborales para todos los habitantes. Hay emigración hacia los pueblos más grandes cercanos. Cuidar la salud es una proeza, y más vale ser como nuestros abuelos, que se curaban solos….
Así las cosas, mientras se instrumenta una forma de des-postergar a estas gentes, ¿por qué no intentar también brindándole acceso al mundo a través de otro medio? ¿No es acaso otra forma de acercar el mundo a estas personas? Con la guía adecuada ¿no se facilitaría la tarea de educadores que concurrieran a estos sitios una vez por semana, por ejemplo, y luego se mantendría el contacto vía mail? ¿No sería también factible adelantar información sobre alguna dolencia que sufriera un lugareño, para que al ser trasladado al nosocomio más cercano ya estuvieran prevenidos?
Considero y descarto que gente adulta utilizará la tecnología con criterio, aprovechando lo mejor de ella. ¿Verdad? Claro, verdad!! Por supuesto! Nadie duda de eso!! Nadie duda, por ejemplo, que una persona adulta, madura, no se va a volver loco con los mensajes por el celular, como un adolescente que recién descubre una nueva forma de comunicarse con sus amigos. ¿Verdad?.......Desde luego, es así. Los adolescentes apropian las tecnologías con mucha facilidad, y le encuentran rápidamente utilidad concreta, para comunicación, para diversión, o para ocio. ¿Qué mercado interesante, verdad??!!
Pero volvamos, estamos hablando de gente que quiere solucionar problemas estructurales. Estamos hablando de gente que quiere de verdad ayudar. Estamos hablando de utilizar el criterio, el sentido común, para evaluar y decidir dónde, cuándo y cómo se incorpora una Tecnología de la Información y la Comunicación en un proyecto comunitario y que busca la inclusión. Todos están de acuerdo conmigo, ¿verdad? Por supuesto, estamos hablando de gente que no piensa en que desde una localidad lejana, usarán el acceso a Internet sólo para buscar los resultados de la lotería…
No, desde luego que no. La idea que tenemos TODOS es que en un proyecto así, hay que guiar, hay que acompañar, hay que dotar de contenido, hay que hacer tutoría sobre los nuevos incluídos digitales. Hay que hacer docencia. Sino, entraríamos en el facilismo de “tomá el auto y aprendé vos a conducir y las normas de tránsito”. Acaso no tuvimos todos un padre, un tío, un hermano, alguien que nos enseñó a conducir? Pero claro!
Entonces, no veo conflicto ni moral ni ético en mi post anterior. Sigo pensando que hay que acercar la “conectividad” a todo el mundo. Sigo pensando que la gente que no tiene para comer debe ser ayudada para solucionar ese problema.
Y como siempre, pienso que lo mejor es enseñar a pescar, no proveer el pescado. La función de enseñar (lo que sea) y educar es una responsabilidad de los que tienen la habilidad natural, la capacitación y la posibilidad de hacerlo. Es un acto de generosidad. Es, diríamos, una obligación moral.
Entonces, todos ustedes que dominan un tema, que tienen un conocimiento ¿están ya listos para compartirlo, para enseñárselo a otros? ¿Vieron que todos nos enternecemos cuando vemos a los monos del canal de los animales, como se despiojan entre todos, como enseñan a los más chicos a despiojarse, como enseñan a los pequeños a correr cuando hay peligro, y cuáles son las hojas buenas para comer? ¿lo vieron? Ok, si lo vieron……………porqué no hacen lo mismo entre los seres humanos, que somos MÁS Y MEJOR evolucionados?? Me perdí algún capítulo? Faltaba algo? Algo nos lo impide?
Amigas y Amigos, esto es fácil y no hay que darle vueltas. Dios (o en lo que ustedes crean) nos concede gracias, dones, habilidades. ¡Usémoslas en beneficio nuestro y de nuestros semejantes!
Se vemos!
Resulta que claro: mal podemos insistir en mejorar el acceso a Internet de las personas, si no disponen de comida, de educación, de trabajo. Estoy totalmente de acuerdo en que estas son prioridades insoslayables, son derechos inalienables de las personas, aquí y en cualquier lugar del mundo (se respeten o no, son derechos universales).
Pero con la misma fuerza estoy convencido de que dentro de la vorágine que es la vida de todos nosotros, todos buscamos y debemos buscar, las formas y maneras más cercanas, más próximas, más accesibles, y más a la mano, para ir solucionando cada uno, todos, o al menos…………..al menos alguno de estas necesidades, de estas carencias.
A la persona que no llega a fin de mes por su magro sueldo, no le voy a hablar de inclusión digital. Le tengo que solucionar primero en forma urgente la necesidad de alimento y de cuidado de la salud. Luego, mientras busco la forma de solucionarle la necesidad de educación y trabajo, AHÍ ES EL MOMENTO de pensar a futuro. ESE es el punto en el que se diferencia una acción cortoplacista de una acción con miras largas. Si sólo le brindo a la persona un trabajo elemental para que pueda alcanzar el fin de mes, si sólo lo instalo cerca de una escuela y le digo “tomá, aprendé vos ahora”, no estoy haciendo las cosas bien.
A estudiar, se aprende. Hay que enseñar a estudiar. Hay que acompañar el estudio y la educación. Hay que acompañar el conseguir un trabajo y mantenerlo. Y hay cosas que se pueden hacer en paralelo y no son excluyentes entre sí. La persona que vive postergada en un paraje del interior, vive postergada por muchas razones. No hay frecuencias de transporte para ir a la ciudad grande a comprar alimentos. No hay escuela en el lugar, o está a varios kilómetros. No hay fuentes laborales para todos los habitantes. Hay emigración hacia los pueblos más grandes cercanos. Cuidar la salud es una proeza, y más vale ser como nuestros abuelos, que se curaban solos….
Así las cosas, mientras se instrumenta una forma de des-postergar a estas gentes, ¿por qué no intentar también brindándole acceso al mundo a través de otro medio? ¿No es acaso otra forma de acercar el mundo a estas personas? Con la guía adecuada ¿no se facilitaría la tarea de educadores que concurrieran a estos sitios una vez por semana, por ejemplo, y luego se mantendría el contacto vía mail? ¿No sería también factible adelantar información sobre alguna dolencia que sufriera un lugareño, para que al ser trasladado al nosocomio más cercano ya estuvieran prevenidos?
Considero y descarto que gente adulta utilizará la tecnología con criterio, aprovechando lo mejor de ella. ¿Verdad? Claro, verdad!! Por supuesto! Nadie duda de eso!! Nadie duda, por ejemplo, que una persona adulta, madura, no se va a volver loco con los mensajes por el celular, como un adolescente que recién descubre una nueva forma de comunicarse con sus amigos. ¿Verdad?.......Desde luego, es así. Los adolescentes apropian las tecnologías con mucha facilidad, y le encuentran rápidamente utilidad concreta, para comunicación, para diversión, o para ocio. ¿Qué mercado interesante, verdad??!!
Pero volvamos, estamos hablando de gente que quiere solucionar problemas estructurales. Estamos hablando de gente que quiere de verdad ayudar. Estamos hablando de utilizar el criterio, el sentido común, para evaluar y decidir dónde, cuándo y cómo se incorpora una Tecnología de la Información y la Comunicación en un proyecto comunitario y que busca la inclusión. Todos están de acuerdo conmigo, ¿verdad? Por supuesto, estamos hablando de gente que no piensa en que desde una localidad lejana, usarán el acceso a Internet sólo para buscar los resultados de la lotería…
No, desde luego que no. La idea que tenemos TODOS es que en un proyecto así, hay que guiar, hay que acompañar, hay que dotar de contenido, hay que hacer tutoría sobre los nuevos incluídos digitales. Hay que hacer docencia. Sino, entraríamos en el facilismo de “tomá el auto y aprendé vos a conducir y las normas de tránsito”. Acaso no tuvimos todos un padre, un tío, un hermano, alguien que nos enseñó a conducir? Pero claro!
Entonces, no veo conflicto ni moral ni ético en mi post anterior. Sigo pensando que hay que acercar la “conectividad” a todo el mundo. Sigo pensando que la gente que no tiene para comer debe ser ayudada para solucionar ese problema.
Y como siempre, pienso que lo mejor es enseñar a pescar, no proveer el pescado. La función de enseñar (lo que sea) y educar es una responsabilidad de los que tienen la habilidad natural, la capacitación y la posibilidad de hacerlo. Es un acto de generosidad. Es, diríamos, una obligación moral.
Entonces, todos ustedes que dominan un tema, que tienen un conocimiento ¿están ya listos para compartirlo, para enseñárselo a otros? ¿Vieron que todos nos enternecemos cuando vemos a los monos del canal de los animales, como se despiojan entre todos, como enseñan a los más chicos a despiojarse, como enseñan a los pequeños a correr cuando hay peligro, y cuáles son las hojas buenas para comer? ¿lo vieron? Ok, si lo vieron……………porqué no hacen lo mismo entre los seres humanos, que somos MÁS Y MEJOR evolucionados?? Me perdí algún capítulo? Faltaba algo? Algo nos lo impide?
Amigas y Amigos, esto es fácil y no hay que darle vueltas. Dios (o en lo que ustedes crean) nos concede gracias, dones, habilidades. ¡Usémoslas en beneficio nuestro y de nuestros semejantes!
Se vemos!